
Hace varios días se viene produciendo el fenómeno y según la bióloga Rosalyn Irala, técnica de la Dirección de Pescas del MADES, se tomaron muestras para realizar los análisis y determinar las causas de la mortandad.
La principal hipótesis es que las crecidas repentinas están arrastrando las aguas hacia los cauces el material orgánico ya en descomposición que había quedado en lagunas o riachuelos secos.
“Esos materiales absorben todo el oxígeno y sería la causa de la muerte de los peces que tienen una lucha desesperada por el oxígeno”, indicó la bióloga.
Advirtió que puede volverse peligroso consumir peces que provengan de los sitios contaminados.