
El régimen de Corea del Norte ha redoblado la apuesta sobre su capacidad nuclear. La ministra de Exteriores, Choe Son Hui, desestimó los pedidos del G7 para “desmantelar completa e irreversiblemente” su arsenal de este tipo de armas y, por el contrario, reafirmó su postura como potencia nuclear mundial.
El Grupo de los siete -conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido- emitió un comunicado conjunto al término de su reciente reunión en Karuizawa, en el país nipón, en el que señalaron que Kim Jong-un debe acatar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y deshacerse de estas armas, así como abstenerse de fabricar nuevas.
“Corea del Norte no puede obtener y nunca obtendrá la condición de Estado poseedor de armas nucleares en virtud del TNP”, señala la nota en relación al acuerdo implementado en 1970 y avalado por cerca de 190 naciones.
Sin embargo, alegando su salida de dicho pacto hace más de 20 años, Son Hui apuntó contra estas declaraciones, a las cuales consideró “impropias”, “ilegales”, “absurdas” y “extremadamente intervencionistas”.
“La posición de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) como una potencia nuclear es una realidad innegable e indiscutible, sin importar que Estados Unidos y Occidente no lo reconozcan, durante cien o mil años”, respondió la canciller y aseguró que “nunca buscaremos el reconocimiento ni la aprobación de nadie dado que estamos satisfechos con nuestro acceso a la fuerza para un intercambio de golpes”.
Por el contrario -afirmó- su país continuará con su política de “reforzar sus capacidades militares de autodefensa”, con el fin de disuadir la “amenaza” que Washington representa.
Con información de Infobae