
Uno de los pocos peregrinos que llegó este 8 de diciembre hasta la ciudad de Caacupé, pero que no sobrepasó el vallado de seguridad alrededor de la Basílica, fue Nelson Salas procedente de Caaguazú.
El mismo utilizó una frase habitual en guaraní “jetu´u” (complicado), calificando la situación atípica que se vive, sin gente en la festividad mariana.
“Parece que escondieron a nuestra virgencita y es triste no poder verla. Es grande nuestra fe, nuestra promesa. Te sentís solo”, dijo el promesero casi derramando lágrimas.