
La señora Graciela Sosa expresó que fue una lucha larga de tres años y por fin llegó el día de la sentencia. «Fue muy duro soportar las audiencias y ver una y otra vez como mataron a mi hijo, todos se merecían la cadena perpetua, pero hoy tengo un poco de paz en mi corazón, pues sé que mi hijo me sonríe desde el más allá», indicó.
La mujer sostuvo que ningún padre está preparado para que su hijo parta antes y dijo que todos los días ponen un plato en la mesa para Fernando.
Tras conocerse la sentencia, Graciela dijo que sintió a Fernando sonriendo. «Hoy sentí que Fernando sonreía…ahora ya puede descansar en Paz. Tengo que dejarlo volar», expresó emocionada.