
Se trata Hakan Sukur, que supo llevar a su selección hasta el tercer puesto en el mundial Japón-Corea 2002 y además ostenta el record de convertir el gol más rápido en este tipo de eventos. Es además el máximo goleador en la selección otomana.
Ahora, a los 48 años se gana la vida como conductor de Uber y vende libros con su esposa, en Washington, Estados Unidos, donde se encuentra en carácter de refugiado, tras ser víctima de persecuciones por parte de miembros del partido del actual presidente turco Recep Tayyip Erdogan, Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) .
Sukur era miembro del AKP y fue electo como diputado en el 2011, sin embargo, tuvo que dimitir en el 2013 por un presunto caso de corrupción. A partir de ese momento se alío con el clérigo islamista Fetullah Gulen, rival de Erdogan.
A partir de ese momento su vida dio un giro totalmente opuesto, según comentó al periódico alemán Welt amm Sontag. “No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo», expresó el centrodelantero.
Hakan Sukur ya sufrió una orden de detención contra él en 2016. La fiscalía le acusaba de «pertenencia a un grupo terrorista armado» y solo pide al mandatario de su país que se convierta en el presidente que su pueblo necesita y que regrese la justicia y el respeto a los derechos humanos.