
Fue lo afirmado por la diputada liberal Celeste Amarilla, que ya tiró artillería gruesa al asistir a la primera sesión del año en la Cámara Baja.
Sostuvo que la renuncia del director de Ineram es una muestra palpable de la gravedad de la situación por falta de insumos. “Él que debería renunciar es el Presidente de la República, quien además debe explicarnos de qué forma mas piensa matar a la ciudadanía” aseveró.
Aclaró que no le desea el mal a nadie, pero fustigó fuertemente a Mario Abdo, incluso llegó a decir que espera que “le toque la ambulancia o la terapia que le tocó a Robert Acevedo”. Él murió por las complicaciones del Covid sumada a la corrupción”, sentenció.