
El médico veterinario Carlos Morínigo, fue consultado acerca del impacto ecológico y sanitario de la gripe aviar, tras conocerse algunos casos positivos en una granja del Chaco Central este fin de semana.
Explicó que el virus de la gripe aviar es muy termolábil, se desliza fácilmente o muta a los cambios de ambiente, el peligro pasa más bien por el contacto activo con el virus, pero difícilmente una persona se pueda contagiar por consumir un pollo a la brasa o cocinado algún tipo de caldo, ya que la cocción mata todos los virus.
“En la cocina no pasa nada, riesgo cero, pero resultados peligroso si un humano, en una granja, entra en contacto directo con el ave en un corral”, añadió.