La doctora Viviana Alonso, coordinadora de anemia infecciosas equina y otras enfermedades de los caballos de SENACSA, explicó que el caso registrado en Argentina es uno, y se da luego de 30 años, por tanto, no hay que entrar tampoco en psicosis.
Si se recomienda la utilización de repelentes, sobre todo quienes realizan actividades hípicas y están en contacto permanente con los equinos, como los cuidadores o los que trabajan en el campo. “Es una enfermedad zoonótica, es decir que también el ser humano la puede padecer”, describió.
Sin embargo, debe intervenir el vector que en este caso es el mosquito, la transmisión no es directa de animal al hombre o de un humano a otro.
Recomendó que se reporte de inmediato a SENACSA algún comportamiento raro en los equinos para tomar la providencias. Los caballos que tienen al dia su vacunación están protegidos de esa enfermedad según la profesional.
Las recomendaciones para evitar esta enfermedad en los caballos es la misma que para prevenir el dengue y chikungunya, eliminar criaderos de mosquitos en lugares donde están los caballos generalmente.