El analista Mario Paz Castaing, se refirió a los hechos ocurridos ayer en La Paz, donde el excomandante del ejercito, Juan José Zúñiga, se sublevó e intentó un golpe de Estado.
Indicó que mas allá que Zúñiga sea un lobo solitario o que se haya tratado de un montaje de autogolpe, la realidad es que ese país vive una crisis instalada ya desde el año 2019, que inició con la división entre el actual presidente Luis Arce y Evo Morales.
El analista indicó que todo eso derivó en un panorama crítico en la vida económica, política y social, boliviana. Resaltó que cayó radicalmente la producción y la industria.
Añadió que Bolivia tampoco puede acceder a créditos, por su adhesión a China, Rusia e Irán, motivo por el cual los países occidentales le cierran las puertas.
“El Gobierno de Arce tiene problemas graves de gestión política, económica y social” refirió.
Paz Castaing insistió en que las versiones que lo de ayer fue una mascarada para que el Gobierno recupere su popularidad tampoco se puede descartar.
Lo que paso ayer en Bolivia fue un juego peligroso para la democracia y puede tener un costo alto no solo para ese país sino para toda la región.
Finalmente recordó que todavía existen bolsones autoritarios y gente que ve con buenos ojos el surgimiento de generales golpistas.