Camilo Filártiga, analista político, sostuvo que el presidente Santiago Peña es solo una pieza dentro del engranaje del cartismo, pero además, una pieza que puede ser sustituible en la medida que al líder se le ocurra. Por tanto, dijo que queda claro que el que manda es Horacio Cartes.
A su criterio, el rol que pueda jugar Peña es absolutamente prescindible y es casi seguro que no haya tenido nada que ver en la decisión de sacarle la investidura a Kattya González.
En otro momento el analista explicó que hay dos dimensiones, dos caras en el actual gobierno, uno técnico y reformistas que presenta la intención de un estado más eficiente, técnico y austero, pero por el otro lado, está la cara más bruta, la política, que opera de forma antidemocrática.
Para Filártiga, con la pérdida de investidura de Kattya González quedó evidenciada la arbitrariedad con la que se maneja el cartismo y que ya nos tiene acostumbrado. Honor Colorado como proyecto político no se caracteriza por ideas elaboradas o estrategias racionales, sino por ser vertical donde hay un líder que emite órdenes y la tropa sin margen de discusión, las cumple.