En pleno año electoral, la inseguridad es la principal preocupación de los uruguayos, lo que complica tanto al gobierno de Lacalle Pou como a la oposición de izquierda.
En este escenario, el oficialismo plantea una enmienda constitucional para que la policía pueda realizar allanamientos durante la noche.
La semana pasada cerró con un hecho que conmovió a la sociedad cuando fueron baleados dos hombres que fueron a comprar pasta base de cocaína acompañados de seis chicos y terminaron muertos el padre, de 22 años, y su hijo, de 2 años.
Fuentes del servicio penitenciario uruguayo revelaron que el aumento de la inseguridad también se da pese al ingreso de más reclusos en las cárceles: en 2000 eran unos 4300 y el año pasado llegaron a 15.500 presos.
“Uruguay, como todos los países de la región, tiene que adaptar sus instituciones públicas para estar preparadas para enfrentar al crimen organizado, porque el sistema de justicia y seguridad está preparado para enfrentar al crimen común en su versión tradicional”, señaló Gonzalo Croci, doctor en Ciencias de la Seguridad y el Crimen por la University College London.
Añadió que “la violencia es una de las herramientas del crimen organizado, porque es como un activo que las organizaciones delictivas utilizan para resolver conflictos internos, reducir los comportamientos desleales o mantener posiciones en el mercado”.
Fuente: La Nación Argentina