Es su tercer álbum y presenta 10 canciones que dejan un testimonio conmovedor de las complejidades del crecimiento personal, la evolución artística y la batalla contra las normas sociales como artista.
El disco muestra un viaje a través de la vida de la cantante, explorando temas de identidad, sexualidad y amor. Las canciones fueron escritas y compuestas por Billie Eilish O’Connell y Finneas O’Connell, y producido por este último.
El álbum representa una exploración de su pasado, presente y lo que desea para futuro; un viaje marcado por el crecimiento, la introspección y la autenticidad.