Brian Andrada es un joven futbolista de 26 años que milita en el Sportivo Trinidense.
Ayer, en el partido contra Boca Juniors por la sudamericana anotó un tanto contra el club de sus amores. En medio de la euforia se sacó la camiseta y fue amonestado.
En contacto con el programa Deporte Total, Andrada contó que le superó la emoción, ya que venía de días y tiempos difíciles en su vida.
«Me pasaron muchas emociones juntas ayer por el gol que le hice a Boca. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, porque pasé momentos muy duros y gracias a Dios que hoy me puso en este camino, que hoy me trajo al Club Trinidense».
Andrada contó que su carrera y su vida personal pasaron por momentos críticos.
«Estuve a punto de dejar el fútbol cuando tuve el accidente con mi señora, casi falleció. Gracias a Dios que la salvó y hoy está con nosotros. Después vino el nacimiento de mi hijo, que nació con una patología, que a las 3 horas de vida lo tuvieron que operar. A la otra semana lo tuvieron que operar, me decían muchas cosas que uno no lo espera como papá o mamá primerizo», contó Andrada.
En los tiempos difíciles, fue la fe la que le mantuvo firme en el camino para no decaer.
«La verdad que siempre me aferré a Dios, siempre fui muy creyente en Dios. Cuando nació mi hijo estaba en un momento del fútbol en el que estaba todo más o menos, que en Argentina no tenía un buen contrato. Me ayudaba mi viejo, la familia de mi señora, y cuando nació mi hijo no teníamos para comer con mi señora, nos las rebuscamos, pero jamás a mi hijo le faltó el plato de comida, su pañal, su leche».
Pasaron 7 años de aquel trágico accidente que casi le cuesta la vida a su esposa. Sin embargo, la perseverancia de Andrada lo llevó a pisar la Bombonera por primera vez como jugador hace un mes y que ayer, en un histórico momento personal, le meta un gol al club de sus amores.