El ministro de Justicia Ángel Ramón Barchini presentó, ante la Comisión Permanente del Congreso, un ambicioso proyecto de ley que contempla máxima seguridad para personas privadas de libertad consideradas de alto riesgo. Éstos tendrán que estar en sitios especiales lejos del resto de la población penal.
Uno de los principales puntos es que los mismos tendrán que estar en celdas individuales, con cero contactos con otros internos del lugar o con los guardiacárceles.
Además se prevén restricciones para los movimientos ambulatorios de los criminales de alta peligrosidad. En tal sentido permanecerán 22 horas en sus celdas y solamente tendrán 2 horas para estar al aire libre.
Según el proyecto presentado, los accesos a materiales de lectura tendrán que ser previamente verificados. Las visitas que reciban serán de no contacto y debidamente monitoreadas, concretamente no tendrán derecho a visitas íntimas o uso de privadas.
Otra de las restricciones para los reos, considerados peligrosos, es la prohibición de poseer o portar aparatos audiovisuales, de sonido, televisores, ordenadores o de alta tecnología. Tampoco podrán tener dinero en efectivo, ni prendas de vestir que no hayan sido provistas por las autoridades penitenciarias.