La agente fiscal María Angélica Insaurralde haciendo un historial recordó que los hechos ocurrieron desde que la víctima tenía 4 años hasta que cumplió 15 en la compañía Tacuara de Itacurubí de la Cordillera.
“Es un logro la condena a 25 años de prisión para el acusado hallado culpable por un tribunal”, expresó.
Una hermana mayor de la víctima tuvo la valentía de denunciar el hecho y aclaró que la niña nunca pudo contar quién era el atacante debido a que este amenazó que iba a matar a su madre y a su hermanito si decía algo.
La representante del Ministerio Público comentó que la víctima nunca tuvo el apoyo de su madre, pues no le creía y más bien defendía a su pareja alegando que no percibió “nada raro” en esos años.
En ese sentido, fue muy difícil el trabajo de acompañamiento a la menor para que se sienta segura. “Yo era prácticamente su mamá judicial”, sostuvo la fiscal Insaurralde.