La señora Andrea Ovelar expresó que su hijo de 5 años es alguien que tiene ganas de vivir y lo demuestra todos los días, por lo que la familia no pierde las esperanzas de que pueda llegar un donante.
El menor, quien padece de miocardiopatía es uno de los seis chicos internados en el hospital Acosta Ñu que espera un corazón y hace más de tres meses está conectado a uno artificial.
«Si tienen la posibilidad de donar que donen, porque una pequeña parte de ese ser que tienen, va a estar en Milán, o en muchas otras personas», dijo.