El ex embajador estadounidense Manuel Rocha, acusado de espiar para Cuba durante más de 40 años, sorprendió este jueves al admitir los cargos que se le adjudican y asegurar ante un juez federal que se declarará culpable el próximo 12 de abril, cuando debe presentarse en los tribunales. La noticia sorprendió a los magistrados que investigaban el caso, que no esperaban una resolución tan rápida para lo que consideran una de las traiciones más descaradas en la historia del servicio exterior del país.
“Estoy de acuerdo”, dijo Rocha a la jueza Beth Bloom cuando esta le preguntó si mantenía su declaración de culpabilidad. Ahora, resta conocer la sentencia que le caberá que, según su abogado, ya fue definida pero aún no se ha dado a conocer.
Rocha, de 73, está señalado de actuar como agente de un gobierno extranjero y, así, participar en “actividades clandestinas” en nombre de Cuba desde -por lo menos- 1981, su primer año en el cargo. Durante estos más de 40 años, mantuvo encuentros con agentes de Inteligencia de La Habana y proporcionó información falsa a funcionarios de Washington, entre otras cuestiones.
El diplomático, con una carrera de décadas que incluyó altos cargos en Bolivia, Argentina, la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y hasta la asesoría especial del comandante del Mando Sur, fue detenido el pasado diciembre en su domicilio en Miami luego de una operación secreta del FBI.
Durante 2023, un agente encubierto de la agencia se reunió en reiteradas oportunidades con Rocha, bajo la falsa identidad de Miguel, un agente de Inteligencia cubano. En estos encuentros, el ex diplomático elogió al difunto Fidel Castro, lo consideró un “comandante”, describió a Estados Unidos como el “enemigo” y reconoció sus servicios para el régimen de la isla.
“Lo que hemos hecho… es enorme… más que un Grand Slam”, reconoció en varias de las conversaciones que fueron grabadas en secreto.
Con información de Infobae