El papa Francisco instó a los mandatarios de las democracias más ricas del mundo a mantener la dignidad humana en primer lugar a la hora de desarrollar y utilizar la inteligencia artificial.
Durante la cumbre del G7, Francisco, advirtió que esa tecnología tan poderosa plantea el riesgo de convertir las propias relaciones humanas en meros algoritmos.
El papa, al asistir al evento, se convirtió así en el primer pontífice en una cumbre del G7, y ofreció una visión ética de una cuestión que está cada vez más presente en la agenda de las cumbres internacionales, la política gubernamental y los consejos empresariales.
El pontífice aprovechó su mensaje anual por la paz de este año para pedir un tratado internacional que garantice el desarrollo y el uso ético de la IA.
Argumentó que una tecnología carente de los valores humanos de compasión, misericordia, moralidad y perdón es demasiado peligrosa para desarrollarse sin control. con información de el Universal