El fiscal Hugo Pérez, quien está a cargo del caso de la fuga de gas amoníaco en la planta fabril de la granja avícola “La Blanca”, sostuvo que hay una causa abierta para determinar si existe o no un hecho punible, como por ejemplo la violación a la norma medio ambiental, lo cual es el primer objetivo. Luego, dimensionar el grado de riesgo que hubo para la salud de los vecinos del lugar.
Manifestó que la planta dejó de operar de inmediato el sábado de noche al producirse el incidente con el químico, pero fue rápidamente controlada. Además, a diferencia del suceso en la fábrica de Ochsi, no hubo explosión alguna, por eso fue menos grave el impacto.
Una vez que los técnicos revisaron la válvula, regularon la misma y al comprobarse de que ya no había peligro, ayer domingo volvió a operar la planta de Pechugón, con ciertas restricciones de seguridad.