José Espínola, delegado de guardiacárceles del interior, comentó que sus compañeros van a estar cumpliendo las 24 horas de turno, pero fuera de la penitenciaría de Tacumbú por falta de garantías tras el motín del martes pasado.
“Los del Ministerio negociaron, pero sin nosotros. Nadie vino a preguntarnos si estamos comiendo o no, si se asistió en la parte psicológica, nada”, expresó.
Espínola aclaró que no hay amenazas y que trabajan bien con los internos. Sin embargo, recordó que desde que reclusos decapitaron a varios reos años atrás, fue creciendo el problema en el recinto. “Ahora ya rebasó y no hay garantías. Perdimos el timón de este barco”, afirmó. “En Tacumbú se perdió el control. Hay una disparidad de pensamientos entre los sindicatos de guardiacárceles”, agregó.
Mientras tanto, los sindicatos están en sintonía ante la situación crítica penitenciaria. Tacumbú tiene que mejorar a nivel personal, equipamiento e infraestructura para que se vuelva viable su vigencia como penal, según el guardiacárcel.
José indicó que cada uno de los guardias defiende al de abajo y al de arriba. “Hay respaldo, no es que nos peleamos todos”, señaló. “Tacumbú está en una situación crítica. En una escala del 1 al 10, está en 9”, añadió.
Por otra parte, dijo que con la “miseria de salario” que perciben, si un compañero llega a trabajar con los clanes, “ya depende del corazón de cada uno”. “Yo tuve la oportunidad, pero decidí no cruzar esa raya”, reveló Espínola. En ese sentido, explicó que los compañeros nuevos son los que están “desesperados” por hacer dinero. “Yo tengo 28 años de experiencia, te pasa ese momento de hacer la plata fácil. Los antiguos aguantamos”, concluyó.