El presidente de la Unión Nacional de Jubilados, Pedro Halley, dijo que como demócratas tienen que aceptar la decisión de un poder del Estado, pues con «luces y sombras» es el poder Legislativo de la Nación y se pronunció por la aprobación de una ley que debió haberse debatido más.
«Se aceptan las reglas del juego, se gana y se pierde, pero una ley que tiene tanta trascendencia económica y para los jubilados merecía un análisis más detallado y tranquilo, hasta es una falta de respeto a la legitimidad de la misma, aprobar de esa forma, sin dictamen, por fuerza de mayoría y a libro cerrado», expresó.
Halley advirtió que el Gobierno «jugó con fuego», «logró una victoria pírrica», «sacó una ley mal parida», pero la gente está muy disgustada y todavía puede reaccionar. No descartó recurrir a una acción de inconstitucionalidad, ya que por lo menos 16 organizaciones de jubilados ya plantearon eso y se pueden juntar miles de firmas para eso.