El doctor Pablo Lemir, médico forense, explicó que aún no se sabe con exactitud qué ocurrido en Alto Paraná, donde una recién nacida volvió a respirar en medio de su velorio.
«Qué pasó exactamente con ella, solamente una investigación llevada a cabo por los médicos que acudieron al caso, va a poder llegar a dilucidar», dijo el Dr. Lemir.
El médico explicó que el caso fue descripto como prematurez extrema, ya que la pequeña fue dada a luz con 26 semanas y un peso de apenas 500 gramos. En este caso se debió aplicar el criterio médico para salvar la vida de la madre, que cursaba una enfermedad.
«Una prematurez extrema puede cursar, en casos excepcionales con estos episodios en que tenemos una muerte aparente. No es algo frecuente, pero es algo que se puede dar. Incluso en lactantes menores se puede dar un fenómeno en el que hay todos los signos de una muerte, no hay latido cardiaco, no hay respiración. La criatura está pálida, lila, azul o con languidez muscular, que hace que se diagnostique la muerte pero después se recupera de manera inexplicable», explicó el médico forense.
Sobre lo ocurrido en Alto Paraná, algunas personas especularon que se trataría de un accidente nervioso conocido como catalepsia. No obstante, el médico explicó que este tipo de situaciones se da mayoritariamente en adultos.
«Yo no estaría tan pendiente a lo que se denomina catalepsia, porque está más bien relacionada con un cuadro de esquizofrenia en algunos casos, en otros con la enfermedad de parkinson y en otros con el consumo de ciertos tipos de sustancias. Y esto es propio de un adulto», puntualizó Lemir.
Lemir contó que en los últimos años fueron detectados estos tipos de «muertes aparentes», con casos ocurridos en México y Honduras.
El caso paraguayo ocurrió el viernes en Alto Paraná. Los familiares de la pequeña notaron que respiraba y que su corazón latía, cuando estaban velando su cuerpo en su casa de Minga Guazú. Inmediatamente fue llevada a un centro médico e ingresada a una incubadora.