Los incidentes ocurridos hoy entre colegas que cubren la actividad del congreso y el diputado Yamil Esgaib se suman a una serie de situaciones variopintas que se vienen sucediendo en el ámbito parlamentario desde hace muchos años.
Seríamos ingenuos si pensáramos que este tema es una excepción ya que en realidad estos comportamientos de nuestros representantes han sido la constante en por lo menos los últimos 3 o 4 periodos parlamentarios.
Y si bien es cierto que todos añoramos aquellos tiempos en los que se podía dialogar incluso en disidencia con congresistas de la talla de Waldino Ramón Lovera, Miguel Abdón Saguier o Secundino Núñez, tampoco deja de ser verdad que la decadencia ha sido sostenida periodo tras periodo parlamentario, llegándose probablemente al fondo del barril en la dura realidad de las actuales 2 cámaras de nuestro alicaído congreso nacional.
Y si bien, históricamente, e incluso por la mayoría que siempre ostentan, muchos de estos representantes de tan escasa preparación han provenido de la ANR, nadie puede negar que la oposición también ha hecho un gran esfuerzo por presentar a algunos impresentables que quedaron la negra historia legislativa.
El problema con esta sostenida caída de la imagen parlamentaria es que la misma termina debilitando a todo el sistema democrático. Cada vez con mayor frecuencia va calando hondo en la población la idea de que el Congreso no sirve para nada y que hasta se podría gobernar mejor sin él.
Ese pensamiento nos encaminará invariablemente hacía un deterioro general de la democracia y por supuesto hacía una especie de nostalgia por el autoritarismo que muchos desearían aprovechar en próximas incursiones políticas electorales.
Ya falta poco para que gane un candidato antisistema con propensión a la mano dura que terminará sometiendo por falencias propias a un poder del Estado tan fundamental como es el Parlamento. Todo apunta hacía ese tipo de aventuras que ya de hecho se viene probando en otros países de la región.
Así las cosas, este hilo infinito de grandes despropósitos de los representantes del pueblo, entre los que se verifican no solamente los maltratos a la prensa sino también una larga cadena de atropellos institucionales no hace sino allanar el camino para el mesianismo político y, por qué no, a crear las condiciones para una nueva aventura dictatorial.
La única forma de cambiar esto es por medio del voto. Una tarea de difícil concreción a juzgar por el deterioro también sostenido de nuestro sistema educativo, que como se ve, no es tan casual ni coyuntural y tiene posiblemente como objetivo final dejarnos atrapados para siempre en este odioso bucle del tiempo en el que seguimos cometiendo errores en el cuarto oscuro, pretendiendo que las cosas cambien alguna vez.
Mientras tanto seguimos asistiendo al deplorable espectáculo de la política devenida en tragicomedia.
MF
"La decadencia sostenida"
— MEGA TV (@Megatv_py) April 24, 2024
✍️ Comentario del día, por @Ferreiromario1 para #Info18, acerca de los incidentes ocurridos hoy en la Cámara de Diputados.#MegaTV 🔗 https://t.co/zh1G3kMpqC pic.twitter.com/blRzykDlOu