El 30% de las grandes empresas estadounidenses está explorando nuevos cambios en los horarios de trabajo, como semanas laborales de cuatro días o de cuatro días y medio como una forma innovadora de mejorar la calidad productiva de los trabajadores.
Los resultados muestran cómo algunos ejecutivos buscan formas de atraer y retener el talento en un mercado laboral en el que muchos empleados se sienten sobrecargados, con mucho estrés y mal pagados.
La alta demanda de material humano requerido por las empresas en los países de primer mundo desencadena formas diferentes de seducir a los empleados, la demanda salarial en su mayoría la tienen cubierta, pero es el tiempo libre lo que los empleados más valoran. Más de la mitad de los empleados creen que si trabajaran 6 horas diarias serían más productivos que trabajando 8 horas por el cansancio acumulado con el que llegan ya a mitad de semana. En Paraguay el porcentaje de trabajadores de oficina que trabajan solo 40 horas semanales es muy privilegiado.
Según una encuesta de Gallup publicada a finales del año pasado, el 77% de los trabajadores estadounidenses afirma que una semana laboral de cuatro días y 40 horas tendría un impacto positivo en su bienestar. Y a esta encuesta lo respaldan algunos estudios en Estados Unidos y Europa que muestran resultados muy positivos para el bienestar y productividad del empleado.