El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, tuvo que salir al paso esta semana ante el escándalo por una reunión del partido de Gobierno en la que contrataron bailarinas eróticas que habrían sido obligadas a recibir propinas con sus bocas, según medios locales.
Imágenes filtradas del evento, organizado en noviembre por una sección regional del Partido Liberal Democrático (PLD), muestran a las mujeres en trajes de baño bailando y sentadas en los regazos de los participantes.
Sobre lo acontecido, el primer ministro calificó el acto como algo “muy inapropiado y lamentable”. Agregando que el evento no se ajusta a la meta de diversidad en el gabinete.
Por su parte, Tetsuya Kawabata, subjefe de la juventud local del partido de Gobierno, se defendió diciendo: “Invitamos a las bailarinas tras estudiar diferentes puntos de vista, incluso si correspondían con el tema de la diversidad”.
Fuente: Nación Argentina.