Monseñor Ricardo Valenzuela, quien mañana tendrá a su cargo la homilía central, reflexionó horas antes, acerca de los puntos que va a tocar y apuntó a que este año, sobre todo en los últimos meses, saltaron muchos temas impactantes que lo dejó «pasmado», fue una especie de “catarata” de hechos desagradables que dejaron al descubierto muchos niveles de corrupción.
Sin embargo, precisó que este tipo de cosas es una gran oportunidad para tratar de ir arreglando las cosas. «Así como estamos, no podemos seguir, estamos yendo a un precipicio y necesitamos un nuevo rumbo», expresó el obispo.
«El pueblo está pasando por momento difíciles, muchos están desanimados y otros con mucha rabia, es necesario que esto no explote, cuando la cosa está complicada, hay que tener la mente fría y serena para resolver las prioridades», prosiguió Valenzuela.
Por otra parte, Monseñor afirmó que hay muchos ejemplos de corrupción que antes no se descubría por «protección de alguien». «Hay una estructura de pecado que no está cambiando, y cuando la corrupción toca fondo, es insostenible», agregó.