José Insfrán, procesado por lavado de dinero en el marco del Operativo A Ultranza PY, está en huelga de hambre.
Su abogado Daniel Lobo explicó que la medida la toma para exigir que se cambie sus condiciones de reclusión y contar con un médico en el penal de máxima seguridad de Emboscada, donde está recluido.
«Está pagando el precio de una investigación irregular del Ministerio Público. Como todos saben había causas anteriores ya denunciadas, abiertas, escondidas y cajoneadas que debían ser dirigidas a Sebastián Marset. Esto se ampliando hacia Tío Rico. No hizo la Fiscalía su trabajo, después viene este fiscal, ya con una nueva historia, modificada un poquitito, y ahí ya le involucran a toda la familia… Y vamos a ir a lo concreto, si un miembro de la familia es delincuente, no toda la familia es parte de la asociación criminal. Acá se tomó así. Goza también de la presunción de la inocencia. No está condenado, sin embargo está con el trato más cruel a la hora de determinar la prisión preventiva», expresó el abogado Daniel Lobo.
Para la defensa del pastor Insfrán, no existen elementos en contra de su cliente para que sea sometido a este régimen de prisión. Dice que nunca usó un arma, ni mató a nadie y defendió su inocencia.
«Al pastor Insfrán se le atribuye la conducta de lavado de dinero proveniente del narcotráfico por su participación en tres sociedades anónimas y a estas alturas de la investigación ya se ha demostrado que el pastor Insfrán no participaba en ninguna de las actividades de estas sociedades», expresó Lobo.