Reinaldo «Cucho» Cabaña, procesado por el caso «Berilo», indicó que el hecho que le hayan otorgado ahora arresto domiciliario es porque no pudieron demostrar nada en su contra y de alguna forma está satisfecho por ello.
Sin embargo, haber estado cinco años en Emboscada fue cumplir una pena sin tener pena, ya que, si algo hubieran podido demostrar los fiscales, ya estaría con una condena firme.
Cabaña sostuvo que ahora lo único que le importa es estar con su familia y que sus abogados se encargarán de demostrar que no está involucrado en nada de lo que lo acusan. «Estoy preparado para enfrentar lo que sea, juicio oral, hasta ahora mi fe me mantuvo de pie», agregó «Cucho».
Cuando le preguntaron si le «soltaron la mano» algunos políticos, dijo que más bien él se soltó, pero de la mano a Dios, por eso llegó a esa situación de estar privado de su libertad. Afirmó que no tuvo miedo de que alguien pueda matarlo.
