Fue lo que indicó el abogado e investigador Jorge Rolón Luna al reflexionar sobre la decisión firme del gobierno de retomar de nuevo el control en el penal de Tacumbú.
Sostuvo que la presencia de grupos criminales con poder en la cárcel trastoca todo y por buen tiempo el Estado de desentendió hasta que hoy decidieron poner fin a eso.
“Rotela acumuló más poder y codicia de lo debido, y en algún momento eso se tensa, más tarde o temprano iba a terminar seguramente muerto», añadió.
El abogado explicó que el negocio de las drogas dentro de las cárceles tiene dos funciones, una llenar los bolsillos de los funcionarios y otra mantener tranquila o sedada a la población penal.
“Este negocio seguramente va a seguir de alguna forma, con un líder de menor perfil que Rotela, pero va a seguir, pues no veo que haya voluntad para corta de raíz este tema», agregó.