El juez del distrito de Ann Arbor, Míchigan (Estados Unidos), Cedric Simpson, se quedó sin palabras ante el caso del estadounidense Corey Harris, quien tenía que acudir en su propio coche al juicio en el que un juez tenía que determinar si le devolvían la licencia o no.
La inédita historia comenzaba cuando el acusado Harris al que se le había retirado el permiso de conducirse conectó por videollamada a la audiencia mientras conducía. Según el Canal 5 de Los Ángeles, durante el inicio de la audiencia el pasado 15 de mayo, la asistente del defensor público alegaba que el acusado debía presenciar la audiencia por videollamada. Sólo unos minutos después, todos los presentes quedaron pasmados. El acusado se conectaba a la llamada con el cinturón de seguridad y las manos al volante. Una escena de la que el juez se percató rápidamente.
Ante la incredulidad de la situación al ver al acusado conduciendo, le preguntó: “¿Sr. Harris, está conduciendo?». Él respondió tranquilamente: “En realidad estoy entrando al consultorio de mi médico, así que dame un segundo que tengo que aparcar”. Una respuesta que dejó aún más boquiabierto al juez Simpson.
En el juzgado los rostros de los defensores públicos mostraban asombro y decepción. De hecho, se llegaron a escuchar intentos por contener la risa de algunos de los presentes que había al fondo de la sala.
El juez, cada vez más desesperado, lanzó su bolígrafo sobre la mesa, se llevó una mano a la cara y le preguntó al acusado: “¿Estás aparcando?”. “Estoy aparcando ahora mismo, en este instante”, respondió Harris. El equipo legal del acusado solicitó rápidamente un aplazamiento del caso pero el juez, visiblemente irritado, no lo concedió. “Quizás no entiendo algo”, dijo. “Este es un caso de conducción sin permiso y él estaba conduciendo”.
Ante esta situación, el juez revisó los documentos de Harris y después de un análisis, decidía retirar la fianza de Harris y ordenar que se presentara en la cárcel del condado de Washtenaw esa misma tarde.
Fuente: Antena 3