Edgar Acosta, exdiputado liberal indicó que, si hay que hablar objetivamente, más de 80% de los funcionarios públicos son colorados que entraron mediante el prebendarismo, clientelismo o cuestiones familiares.
Sostuvo que Santiago Peña está rodeado de un entorno que le hace cometer muchos errores. Sus peores enemigos están cercad de él, no en la oposición.
Acosta reflexionó que nombrar a parientes en la función pública valiéndose del tráfico de influencias es una cuestión inmoral.
“Nadie me va a creer que mi hijo o esposa entraron porque son mejores que los demás. Esta práctica es algo que esta mal hace 10 años y sigue estando mal ahora”, añadió.