El deshielo de la Antártida no es irreversible, pero va camino de serlo. Fueron las conclusiones del informe del Instituto de Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático de Potsdam que acaban de publicarse y permiten una doble lectura sobre el futuro de la mayor zona helada del planeta.
Según el informe, aún no hay signos de retroceso irreversible, pero podríamos llegar al punto de no retorno más pronto que tarde. Una de las acciones vitales para evitar que el deshielo siga ocurriendo es la descarbonización, aunque eso no resoverá el problema, pero habrá una adaptación necesaria.
El colapso total de la Antártida podría tardar cientos o miles de años, pero en un futuro comprometerá varios metros de elevación del nivel del mar a escala mundial. Y todo podría deberse a las acciones humanas actuales.