El capitán Gerardo Melgarejo, comandante de la Compañía de Bomberos Voluntarios de Lambaré, dijo que los raudales causaron estragos en varios puntos de la ciudad. Ellos mismos fueron perjudicados, ya que las oficinas y los depósitos quedaron anegados.
Así pues, tuvieron el gran inconveniente de no poder salir a prestar asistencia, pues la calle empedrada frente al cuartel quedó destruida, los raudales y los carros bombas no podían movilizarse.