Favio Patiño es un compatriota muy conocido en redes sociales por sus recorridos alrededor del mundo. El paraguayo ha visitado más de 100 países y nunca imaginó que el país número 106 sería el que le haga vivir uno de los momentos más tensos y hasta aterradores.
El compatriota estuvo en Israel durante el estallido del conflicto entre ese país y el grupo terrorista Hamás. En un video viral, mostraba cómo estaban las calles, con personas desesperadas, sirenas sonando y mucha tensión en el ambiente.
Ahora, Favio ya pudo salir de Israel y se encuentra en Jordania. Sin embargo, no dejó pasar esta experiencia y, además de escribir un breve texto relatando lo que vivió, no dudó en publicar videos denunciando la falta de respuesta de la Embajada Paraguaya en Israel: «Una vez más el gobierno paraguayo me mostró que no le importa mi vida en Paraguay ni en ninguna parte del mundo. No solo no me ayudaron sino que me dieron información errónea», dijo.
Leé el texto que compartió:
“El día sábado 7 de octubre desperté en Jerusalén, con la noticia de que el país fué atacado y se había iniciado una guerra. Sonido de sirenas, aviones y personas alarmadas, una secuencia de película que parecia surreal, pero era muy real.
Ésta definitivamente fué mi mayor sorpresa de mi visita a Israel, pero no fué la única, definitivamente la otra fué el gran contraste entre las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén.
Por un lado, en Tel Aviv me encontré con una ciudad muy liberal y moderna, algo que no esperaba en el Medio Oriente. Una ciudad muy abierta, donde está permitido tomar alcohol en la calle, hay mucha fiesta, muchos bares, edificios modernos, cultura gay, y una playa con costas al Mar Mediterráneo, casi que parecia estar en Europa.
Por el contrario Jerusalén, la Ciudad Santa y sagrada en tres religiones: El judaísmo, el cristianismo y el islam. Mucho más conservadora, repleta de turistas y personas religiosas, muestra la cara de un país mucho más conservador, no sólo en ideales sino también en la estructura de la vieja ciudad en Jerusalén, templos sagrados, muros milenarios, creyentes de diferentes religiones y demasiada historia en cada esquina.
Definitivamente nunca me voy a olvidar mi experiencia en este pais, lo importante es que logré escapar de la guerra y ya estoy a salvo. Muchísimas gracias a todos por sus mensajes de positivismo, fuerza, sus intenciones y oraciones”.
