Jalil Rachid, ministro de la SENAD, explicó que eran dos los objetivos principales del Operativo «Ignis», Felipe Santiago Acosta alias «Macho» y Luis Ricardo «R7» Picolotto.
Entre los dos el que más se exhibía era «Macho», haciendo todo tipo de ostentación. Si bien Picolotto era de perfil más bajo, para Antinarcóticos es el verdadero jefe de la organización.
«Desbaratamos una estructura grande que pretendía expandirse a otros departamentos más allá de Canindeyú, incluso a otros países», expresó Rachid. Afirmó que no van a descansar hasta dar con el paradero de «Macho», quien aún sigue prófugo.
El titular de la Senad calificó de «vergüenza» la forma en que ostentaban su poderío los integrantes de este grupo criminal. «Se paseaban en vehículos lujosos y blindados, mostrando armas largas y pesadas, tenían bajo zozobra a los civiles de la zona. El poder de fuego que tenían era algo impresionante», remarcó el jefe Antinarcóticos.
La cooperación internacional para el éxito de este operativo fue clave, pues existe un grupo especial de Brasil que trabaja en forma estrecha con la SENAD.