Fue lo que indicó el comisario Evert Paris, director general de Inteligencia Policial, al hablar de todo el poderío que ostentaba en la cárcel de Tacumbú Armando Javier Rotela, líder del clan criminal.
«Él decidía quién ingresaba, manejaba todo, incluso cuando se producían riñas entre internos era el encargado de disponer los castigos. Son datos que recibimos de fuentes humanas, pero tenemos la certeza que así ocurría», indicó. Así también, el comisario sostuvo que, si a Rotela no le gustaba un guardiacárcel, se pegaba el lujo de mandarlos cambiar.
Por otra parte, el uniformado sostuvo que por la forma en que vivía el líder criminal, evidentemente no quería salir de Tacumbú, ya que contaba con todos los lujos y con la seguridad de que ningún enemigo suyo podría atacarlo.
«El dominio que tenía era tal que a muchos guardiacárceles los tenía amenazados, conocía datos de sus viviendas y sus familiares», señaló Paris.