La suspensión del esperado concierto de la artista colombiana Karol G, previsto para hoy en la Olla Azulgrana nos recuerda que, invariablemente, todo lo que pasa en el Paraguay siempre estará supeditado al clima. En más de 200 años de existencia como nación el clima ha sido el factor determinante de nuestro destino, e incluso aspectos mucho más importantes que un show musical como la navegabilidad de los ríos, las toneladas de producción de soja y otros granos y por supuesto la ganadería, dependen fundamentalmente de nuestro régimen de lluvias anuales.
Uno que ya ha andado mucho por la vida sabe que las lluvias, por acción u omisión, deciden gran parte de nuestro presente. Cuando ellas escasean la sequía nos maltrata sin misericordia, como ha ocurrido en los últimos cuatro años, en los que hemos visto incendios forestales y de pastizales que han devorado gran parte de nuestra diversidad ambiental en cuestión de días.
Pero también hemos sido víctimas de inundaciones descontroladas que arrasaron con viviendas y haciendas de miles de compatriotas, tanto en los centros urbanos más poblados como en la campiña profunda.
Sin embargo, todavía seguimos creyendo que el tema del cambio climático es un invento de la izquierda (como si la lluvia tuviera ideología), y creemos ingenuamente que despojar de todos sus bosques a un país es una acción que no producirá efectos colaterales de alto costo para nuestra forma de vida.
La verdad es que el problema es mucho más serio de lo que pensamos, lo cual es muy fácil de comprobar con la suma de tragedias con pérdidas de vida, propiedades e instalaciones urbanas de los últimos meses.
Creer que los lamentables hechos ocurridos hace no mucho en Lambaré y Luque tienen que ver simplemente con la inacción, -que también es real- de las autoridades comunales es simplificar en exceso un problema que merece un enfoque mucho más amplio, en el que el Estado debe ser principal propulsor de los cambios que se necesitan con extremada urgencia.
Mientras tanto: cada lluvia será noticia por sus raudales por las actividades masivas que logra suspender, sin entender que en realidad el manejo de las cuencas de todo el país, pero sobre todo del Departamento Central y Asunción ya no puede seguir esperando, y que una inversión en ese ámbito, por muy elevada que parezca, será con el tiempo tan importante como los grandes puentes o represas que inauguramos y ostentamos con exagerado orgullo.
“Es el clima, estúpido”, podríamos decir parafraseando a un asesor de un ex presidente norteamericano. Si no nos damos cuenta de ello cada lluvia se sumará a la aburrida rutina informativa de una jornada más de caos y destrucción.
MF
"La lluvia lo es todo en Paraguay"
— MEGA TV (@Megatv_py) May 3, 2024
✍️ Comentario del día, por @Ferreiromario1 para #Info18.#MegaTV 🔗 https://t.co/zh1G3kMpqC pic.twitter.com/I0n5fa7x3W