El actual conflicto de la CETRAPAM con el gobierno deja una extraña sensación de Deja Vú. De tanto haber visto esta misma película se nos hace que como siempre no pasará gran cosa, más allá de las molestias que siempre las sufre el usuario, que ya viene soportando reguladas desde hace mucho tiempo.
Ayer nomás una usuaria del servicio Areguá-Asunción-Areguá me contaba que en este momento no hay más que ocho unidades asignadas para cubrir dicho trayecto. Una locura total que deja a pie a miles de trabajadores que llegan desesperados utilizando plataformas y otras alternativas que lógicamente no caben en sus escuetos presupuestos.
De todos modos, algunos empresarios más modernos se han desmarcados aclarando que no son delincuentes, pidiendo por una reforma profunda del sistema.
En efecto, la Federación de Transportistas del Área Metropolitana (Fetram) anunció que no se sumará a esta medida.
“Creemos que el camino para mejorar el sistema, reformarlo y generar más ingresos es incentivando el uso del trasporte público y no castigándole a nuestros pasajeros. Hoy estamos en un ciclo vicioso de desincentivar el uso también con este tipo de medidas, no solo con la falta de implementaciones y modernizaciones en el sistema”, indicó Alejandro Zuccolillo, director de Magno S.A, que administra la Línea 12.
Las empresas que forman parte de Fetram son Magno Línea 12, San Isidro Línea 48-51, Ypacaraí Transporte Línea 242, Ximex Línea 44 y Aregüeña SA Línea 111. Las mismas cuentan con trayectos que unen las principales ciudades de Central con Asunción.
De todos modos, algunas golondrinas no hacen primavera, y hay que reconocer que gran parte del sistema de transporte público tiene vínculos de antigua data con la clase política dominante, por eso ésta nunca le dará el golpe de gracia ni las empresas quemaran naves en este tira y afloje en el que pierde siempre la ciudadanía.
El transporte público de pasajeros en Asunción y Central, y en todas las cabeceras departamentales sigue siendo un gran negocio que curiosamente se nos presenta casi como un cato de caridad de unos empresarios que siempre trabajan a pérdida. Una suerte de apostolado que solo lo cumplen de tan buenos cristianos que son.
Nadie puede creer tamaña tontería, por lo que el único camino que queda es la reforma del sistema y sobre todo una decidida intervención del Estado para un servicio esencial y estratégico. Todo lo demás será la misma cantinela de siempre. Aquella que se apaga con los días, con la suba de los subsidios y sobre todo con el retorno de favores en cada campaña electoral, cuando hay que arrear a los correligionarios y acercar votantes a los locales designados.
Historia repetida que le dicen.
MF
"El vía crucis de siempre"
— MEGA TV (@Megatv_py) May 9, 2024
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